Descubrió la pintura en 2015, mientras atravesaba el duelo por la pérdida de su madre. El arte se convirtió en su refugio: un lenguaje emocional e intuitivo a través del cual comenzó a sanar y expresarse. Descubrió la pintura en 2015, mientras atravesaba el duelo por la pérdida de su madre. El arte se convirtió en su refugio: un lenguaje emocional e intuitivo a través del cual comenzó a sanar y expresarse. Inspirada en la tradición figurativa, su trabajo se desarrolla en entornos coloridos y oníricos, explorando temas que evocan y dan forma a su vida actual. Cada una de sus obras posee una voz propia—reflejo de un momento, un pensamiento o una emoción—pero es en su conjunto donde nace un diálogo. A través de esta conexión, se revela una historia más profunda, que invita al espectador a una experiencia compartida, más rica y matizada.