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Alessandra Rosas - Anatomía comparada

Si no tuviste la oportunidad de apreciar la reciente muestra individual de la artista panameña Alessandra Rosas, te invitamos a disfrutar en esta entrada de una selección de sus obras, y de conocer un poco más de este evento que se realizó a beneficio de la Asociación Nacional contra el Cáncer (ANCEC) durante julio de este año.



Esta exhibición que se genera en el marco del proyecto Arte contra el Cáncer, una iniciativa recientemente acogida por la ANCEC, destinada a promover puentes de compromiso entre la comunidad artística y las campañas de prevención del cáncer lideradas por esa asociación, acercando a médicos, voluntarios y amigos de la asociación a descubrir el gran potencial que tiene el arte como instrumento de expresión y divulgación de la lucha contra el cáncer, a través del trabajo de artistas cuyas obras tengan alguna relación con nuestros objetivos. Igualmente, aspiramos a colaborar anualmente con creadores nacionales e internacionales, apoyando el proceso de consolidación de su trabajo, y del arte en general, a través de la exposición de sus propuestas.


La Liebre (óleo sobre cartón, 73 x 95 cm, 2017) se convirtió en una imagen icónica de esta exhibición de Alessandra Rosas.

En la escena artística actual de Panamá, la artista Alessandra Rosas se proyecta como uno de los más promisorios talentos en la práctica de las artes en los tradicionales medios sobre bastidor. Su calidad como dibujante y colorista, demuestra su sólido entrenamiento académico, obtenido durante sus años de preparación en Panamá, Monterrey, Nueva York y Roma, recibiendo la influencia de maestros de estilos y culturas diferentes, en especial de Saturnino Herrán y Egon Schiele que se unen en su obra para generar una visión propia y segura. La propuesta estética de Alessandra se fundamenta en lo figurativo y se conecta con lo surreal, para generar seres fantásticos que dejan mirar la naturaleza como parte de su anatomía, detonando un axioma plástico que podría definirse como una metáfora visual en cuanto a nuestra relación con los frutos que nos ofrece la tierra. Su trabajo se complementa con estudios de personajes híbridos entre humanos y animales, enfatizando esa irrompible relación entre nuestra especie y el resto de los seres vivos.

Retratos

Debido al fuerte entrenamiento académico que ha recibido, su experiencia profesional parte del retrato, género que disfruta enormemente, y que le ha merecido encargos importantes. El dominio de las proporciones faciales y de la estructura ósea del ser humano, le ha permitido desarrollar una visión muy propia del dibujo gestual.


Alessandra Rosas. Capa roja. Acrílico sobre papel tapiz. 37 x 24 cm. 2016

Expresivos y espontáneos, los retratos que forman parte de sus series recientes, se asocian a su universo fantástico; en ellos, la nariz asume la forma del pico de un ave, recociéndose en ellos un paso evolutivo relacionado tono rojo que desde hace unos años destaca en la nariz de sus personajes. Esta será una característica que se va a reconocer en las piezas que forman la serie de injertos que se integrado en esta muestra.


Alessandra Rosas. Going. Óleo sobre cartón crescent. 34 x 38 cm. 2019

Vírgenes y ojos

En el contexto del padecimiento ante la enfermedad, Alessandra recuerda la búsqueda de la fe y de la espiritualidad como un soporte para afrontar el infortunio, incluyendo una serie de vírgenes que se inspiran en la relación de alegría y dolor ante las diferentes etapas de la vida de Jesús. En el inicio, vírgenes alegres, pero de aspecto muy latinoamericano, disfrutan de la alegría de estar con su hijo. Pero a medida que los eventos en la vida de Jesús comprometen la percepción del personaje ante los esquemas de su época, la expresión de la madre se va haciendo más consternada hasta proyectar el inmenso dolor que le genera el fallecimiento de su hijo.


Alessandra Rosas. Virgen del Trópico. Óleo sobre tela y collage30 x 32 cm. 2019

Por otra parte, se relacionan a esta serie un conjunto de ojos, los cuales simbolizan la mirada hacia el objeto de la fe, indiferentemente a la religión o filosofía espiritual de cada quien, explorando un mensaje universal tras el ojo como elemento fundamental en la historia homo simbolicus.


Alessandra Rosas. Óleo sobre tela. Ojo 3. 27 x 22 cm. 2019

Anatomías comparadas

Uno de los vínculos más próximos entre la academia de bellas artes y la científica radica en el estudio de la anatomía, a razón de ser uno de los aspectos que más han inquietado a los pensadores de todos los tiempos.En el caso de Alessandra, su trabajo no se ha limitado a relacionar comparativamente los componentes anatómicos o la estructura ósea de los animales con relación a los seres humanos. Da un paso más allá, e investiga la integración de partes de animales con cuerpos de mujeres y hombres, e incluso – como chamanes de religiones naturistas – asumen comportamientos que se mueven entre lo animal y lo humano.


Alessandra Rosas. Incrédula. Óleo, carboncillo y pastel sobre vinilo. 100 x 122 cm. 2019

Estos ejercicios, además de proyectar una importante carga emocional, evidencias un análisis minucioso de proporciones, que se va generando sobre bosquejos a lápiz o tinta, hasta alcanzar el resultado de las piezas finales de mayores dimensiones. Estos estudios, en el caso de Alessandra, llegan a ser tan refinados que constituyen piezas de arte en sí mismos, razón por la cual fueron integrados a esta exhibición.


Alessandra Rosas. Estudio para Hombre Garza 2. Lápiz sobre papel. 14 x 22 cm. 2019

Es un universo surrealista de mujeres liebre, hombres ave y otras quimeras, que continúa ampliándose en el camino del personaje fantástico que, desde el León de Stader (30,000 A.C.) hasta los bestiarios del mexicano FranciscoToledo o del panameño Raúl Vásquez Saez, tanto nos ha fascinado.

Injertos

Al interés por la relación entre la anatomía animal y humana, continúa una reflexión en cuanto a la manera en que los alimentos se convierten en parte de nuestras propias células. Un discurso que se hace visual al injertar pimentones, fresas, bananas, alcachofas y hasta camarones, remplazando órganos de supervivientes al cáncer, validando la trillada pero cierta frase, de que al final somos lo que comemos; una idea que bien comprenden quienes promueven la lucha contra esa enfermedad.


Alessandra Rosas. Corazón de pimentón. Óleo sobre cartón cescent. 76 x 100 cm. 2018

Esta serie, expone diversos momentos en la confrontación del cáncer. Los sujetos pueden expresar consternación, sufrimiento, dolor e incluso alegría por vencer la enfermedad. En torno a cada pieza principal, la artista ha creado series de piezas menores que ayudan a interpretar el sentido de las mismas.


Alessandra Rosas. Naranja. Óleo sobre vidrio. 12 x 12 cm. 2017

En muchos casos, esas piezas son de una naturaleza muy particular que se ha convertido en un sello de la artista: se trata de pinturas al óleo de mínimo formato, encuadradas en molduras pomposas. Estas obras son creadas en un proceso inverso al usual, puesto que manda a enmarcar tras vidrios, retazos de tela de tapicería en moldura usualmente muy vistosas y cargadas de barroquismos. Finalmente pinta sobre el vidrio, de manera que la obra se convierte en una intervención sobre el objeto marco.


Alessandra Rosas. Más vale hígado en mano... Óleo sobre tela. 76 x 87 cm. 2019

Tanto en ellas, como en todas sus obras, la preferencia por el óleo como recurso plástico proyecta la fuerza y contundencia de una artista segura y de una obra de alto valor pictórico y reflexivo.

Puedes acceder a una versión más extensa del catálogo en https://issuu.com/menucreativo/docs/catalogo


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