YTSEL VEGA

A PULSO

 

Hace un siglo, Anna Robertson “Grandma” Moses, demostró al mundo que en el arte, siempre es un buen momento para empezar. Ella lo hizo a los 71 años. Y ha pasado a la historia no solo como una de las más importantes artistas del costumbrismo norteamericano, sino también como un modelo de perseverancia y ejemplo de vida para todos aquellos que deciden alcanzar el sueño del arte con algunas décadas vividas por delante.

 

En el Panamá de hoy, Ytsel Vega nos recuerda esa misma premisa. En 1988, luego de haber trabajado por años en una empresa de agrimensura fundada por su padre, a los 51 años se apuntó a clases de dibujo y pintura en la Universidad de Panamá y en el Centro de Arte y Cultura del Ministerio de Educación. Luego, en 1996, acompañando a su esposo en una asignación internacional, entró en la Escuela de Bellas Artes de San Miguel de Allende en México. Una experiencia que cambió su vida para siempre.

 

A su tiempo, “La Vega” realizó todas las etapas de aprendizaje, y entre paisajes, bodegones y figuras humanas, pasó del dibujo a la pintura y del modelado a la experimentación. Desde el inicio, su pasión por las proporciones geométricas se ve reflejado en su obra, y como en un plano topográfico, la sinuosidad de la formas orgánicas entran en un sensual diálogo con la rigidez y la estructura de la geometría. Esta forma de entender la composición, la encamina hacia la pintura de orquídeas, y a la proyección estética de la abstracción geométrica. Esta exhibición se enfoca especialmente en esa segunda línea de trabajo.

 

A mediados de las década de 2010, Ytsel se enfoca en la apreciación de las relaciones de las formas geométricas, y en la reducción de las paletas de color, que en ocasiones minimiza al blanco, negro y un tercer color que termina por construir el sentido emocional de la obra. Sus configuraciones son progresiones formales que pueden tanto girar alrededor de la idea del círculo, como navegar en un plano cuadrado o rectangular.  Y si bien en el dibujo inicial la obra se compone con la ayuda de instrumentos, en una suerte de apología a destreza manual, la pintura final es pacientemente realizada A pulso.

 

Esta exhibición, se compone por una veintena de obras ejecutadas entre 2017 y 2021, y es la primera que se realiza enteramente de su obra geométrica. Esperamos disfruten de estas obras, que nos recuerdan que todo se puede simplificar a la esencia formal de los elementos… y también que no hay obstáculo temporal para alcanzar la meta de ser artista.

 

Reinier Rodríguez Ferguson - Curador